De unos años a esta parte, se producen cambios sincrónicos a nivel casi planetario de ciertas cuestiones, todos los países deciden cambiar leyes, promocionar y financiar cuestiones que en algunos casos parecen extrañas.
Un ejemplo claro de lo que estoy hablando es la legislación a favor de las bombillas de bajo consumo e incluso prohibiendo las antiguas bombillas incandescentes.
Todos podríamos pensar que su bajo consumo las hace idóneas, pero no todo son ventajas, hay algunas cosas oscuras sobre esta cuestión que no nos cuentan.
En el siguiente videoprograma os mostramos la cara oculta de las bombillas de bajo consumo.
Fuente
No todo son bondades en el uso de bombillas de bajo consumo, cada vez más presentes en los hogares españoles. Al menos para los ecologistas, que alertaban de sus peligros para el medio ambiente y solicitaban que sean consideradas como residuos peligros...
Fuente
Un ejemplo claro de lo que estoy hablando es la legislación a favor de las bombillas de bajo consumo e incluso prohibiendo las antiguas bombillas incandescentes.
Todos podríamos pensar que su bajo consumo las hace idóneas, pero no todo son ventajas, hay algunas cosas oscuras sobre esta cuestión que no nos cuentan.
En el siguiente videoprograma os mostramos la cara oculta de las bombillas de bajo consumo.
Fuente
No todo son bondades en el uso de bombillas de bajo consumo, cada vez más presentes en los hogares españoles. Al menos para los ecologistas, que alertaban de sus peligros para el medio ambiente y solicitaban que sean consideradas como residuos peligros...
Fuente
No es cierto que esas bombillas consuman menos, lo que ocurre es que produce un desfase entre la corriente y la tensión, algo propio de cualquier bobina o condensador, y eso motiva que la corriente se adelante o retrase respecto a la tensión y, por ello, se hable de corriente real y reactiva.
ResponderEliminarO sea, lo que hacen esas bombillas es simplemente engañar al contador que, en realidad, es un medidor de energía activa y como esta es entre un 15% y un 35% inferior (lo que logramos engañar), nos dicen que consumen menos.
Vamos, una estafa, y por esa razón, los edificios de oficinas tienen que disponer de estaciones de compensación para producir el efecto contrario y pagar el gasto que se hubiera producido si no se hubiera producido ese desfase.
En definitiva qué ocurre, ¿quizás que las compañías se dejan engañar?, ¡no! porque finalmente, eso va en la factura de todos más el costo que nos produce comprar una bombilla de ese tipo.
¿Eso es válido para las bombillas de LED?, ¡no! porque estás sí que trabajan con potencia real.
Para más detalle, véase conceptos básicos aquí:
http://www.proenergiasac.com/panel_097/upload/arch/1111591092.pdf